El término amor incondicional como redundancia.
Amar no apela a condiciones.
Nace de amarse uno mismo, acogerse y aceptarse con luces y sombras y con ello al reflejo de afuera.
Hay gran confusión con la sexualidad frente a su sacralidad.
En nuestra escala evolutiva más allá de la supervivencia y la reproducción, la sexualidad evoluciona sumando matices y escalas...
Elegir hasta donde llegar, si hay acuerdo, si hay cuido, si hay protección, si hay respeto, si hay confianza, hay gozo.
Si hay el entendimiento de que implica un intercambio de información sutil.
Descubrir cada fase del encuentro sensual sexual revela nuestro cuerpo como algo lleno de sentido biológico y como algo sagrado.
Nacimos en la gran madre Gaia
Nacimos desde un útero y vagina.
Incluso desde una probeta o una reasignación, se debería nacer de una decision libre y amorosa, de un deseo de un anhelo...no de una extrema agenda geoestratégica colonizadora y destructora de la salud mental, física y emocional .
La vida se restaura al nacer de un acto de amor de la tierra, de la madre, de los padres...El sexo es también un acto sagrado al unirse mente y corazón. De ahí todo nace y es posible. Sé que cuando a la escala evolutiva sumemos el poder sagrado a la sexualidad la tierra será de nuevo ese lugar fértil, gozoso y abundante. Cuando honremos la materia, la mater, lo femenino como algo sagrado. Cuando cambie nuestro discernimiento ante la vida, Gaia será un lugar habitable...
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