Al mar me susurraba
El Alma de mi hombre delfín
De ese océano
aparecía cada luna
en mi templo de la laguna
Allí donde cuidaba
todo lo sagrado
y mi dulce espera
era imbuida en cada
acto, objeto, fruto,espacio.
Guardiana del agua y
del fuego sagrado
Mi añoranza era tu esperanza
Mi canto era tu confianza.
Te guiaban de vuelta a casa.
Respirábamos por nuestra
frente, la besábamos, en cada
unión bajo las estrellas.
Ese sexto sello atesora cada
gesto, mirada, abrazo, gozo.
Cada luna antes de caer el sol
Bajaba de mi montaña con mi túnica paseaba haciendo espirales
por la playa estrellas y caracolas
Conchas antorchas en la orilla
Te guiaban hasta la cueva donde
Aguas claras y subterráneas
con la magia de la antimateria
como una cascada llegabas
al templo de la laguna, como cada luna
Y desde siempre nuestros cuerpos
agua por eones resuenan con esas
criaturas. Nuestro corazón se encoje
por recuerdos dolorosos de la caída.
Y también vibra y se expande en el mar,
agua, sal, rayos de sol...y sonreímos
A la llamada ALMAR.
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