Decidimos vivir como esclavos de rutinas, de hábitos, de necesidad
Dependiendo de comida sin vida, de semillas sin vida
De espacios sin hogar, sin cocina ni fuego ni ruido de ollas
Sin risas, sin maternar
Sin el murmullo y olor del plato avisando que ya está listo.
Elegimos vivir libres
Cultivar la tierra
Comprar a un productor local
Intercambiar cosechas.
En compromiso también con el exterior, el clima, la huerta, el vecindario.
Es posible vivir libres
coherentes
implicados.
Tiempo como arte
espacios de encuentro
con soberanía alimentaria.
Seamos libres
Cocinar y amar
Tiene mucho
De ello.
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