El mar, cuidemos su amor, Piscis, Neptuno (la octava superior de Venus)
Fue el océano mi primer duelo de infancia en la costa del norte.
Me sentía muy unida a él.
Iba a su encuentro aún en días lluviosos
A buscar silencio, compañía, inspiración...
Trasladarse a otro lugar y alejarme del océano fue como perder algo muy antiguo, muy profundo, no pertenece a este mundo.
Más tarde de adulta cuando emprendí mi búsqueda y con los primeros duelos y amores.
Volví a conectar con ese dolor y comprendí que era una memoria muy antigua... Una memoria de agua. Mas antigua que el agua que somos y de la que venimos.
La pérdida, sostener la energía y el amor cuando todo se está hundiendo, sirenas, cristales, cantos, ciudades y civilizaciones sumergidas...
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