No, no somos criaturas fantásticas
Ni débiles o desenraizadas
Somos reales, fuertes y vulnerables
Ligeras y contundentes en nuestra libertad
En sutileza protegemos feroces la naturaleza
Los cuentos y flores no existen sin nosotras
Somos agua, aire, fuego y tierra.
si madrugas entre helechos luz nos verás
Encantamos, jugamos, pintamos, danzamos
Creamos, embellecemos y armonizamos
Susurramos ideas, soluciones, consolamos, vitalizamos
Áine a cada una a un reino mineral vegetal o animal servirlo nos confía
Nuestro árbol es el hayedo, Faedal, faedo...
Y custodiamos todos robles, castaños, abedules
De ahí nuestro nombre hada, fada, faerie
Creamos perfumes, brisas y risas y círculos de hadas
Bailamos cuando aún no habéis despertado
Y si miras por una piedra hueca nos verás pero olvidarás
Alquimizamos que huela a tierra mojada y que el musgo no se pise
Y si un día nos ves reunidas quizás por años desaparecerás
No robamos niños son vuestras leyendas para destronarnos
No nos mostramos a todos, solo si confías verás y nos oirás
No nos enamoramos de cualquier hombre
El elegido viene marcado por el destino, hado
Cuándo nos ve despierta de un largo sueño
Nuestro tiempo es muy rápido y al mirarnos nos embelesamos
Aunque el no recuerde en su corazón latimos por muchos años
Nuestros mundos, líneas de tiempo y ritmos dispares
crean lapsos entre el nuestro espiral y el tuyo que crees lineal.
Y entre nosotras con las alas las, lágrimas evaporarnos
Y con brillo de hadas nuestro corazón curamos Y nos susurramos
confía hada su corazón es puro y sabrá donde encontraros, mañana
en tu tiempo estaréis de la mano más aún si él en el suyo le quedan años.
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