top of page

29 Octubre 2020.



Morir a lo dionisiaco II:

Hoy se pide confinar el amor por la gAstronomía y el teatro y sacrificar al chivo por algo invisible, ni vivo ni muerto, muy muy pequeño que aún no ha sido aislado ni secuenciado. Ese microorganismo necesita la vida para existir y está siendo el catalizador oficial de la muerte de un tiempo, del acto final de una era de 16 mil años. En el origen todos los reinos de lo invisible llevaban a comprender la naturaleza de la creación.


En ella coexistían los tres principios de la vida misma (destrucción, creación, preservación). Esa triada era el logos relacional, los principios de los que se alimentaba el Alfa y el Omega y nutrían las necesidades de toda la existencia. Ahí en lo natural se daban las preguntas, las dudas y las respuestas. El delicado robusto equilibrio que alienta la vida y la muerte, entre la armonía silenciosa que se esconde entre la más absoluta sencillez belleza verdad desnuda. Muchos de los ritos de esa espiritualidad práctica , profunda, sencilla y primigenia seguian en vigencia en la sociedad y cultura hace un año. Uno de ellos era el teatro. Si dejamos morir estos dos últimos meses del año la cultura pura dionisiaca estamos dando al mundo feliz perfecto de Zeus la firma de nuestra sentencia de muerte...no hagamos del invierno nuestro descontento... negociemos en nuestros infiernos permitamos a Perséfone volver esta primavera...todo fue un sueño...la vida la cosecha tu lugar en el mundo, floreciendo. Brindemos por el vino, las cosechas, el éxtasis, el teatro y la locura.

0 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page