Este tiempo es ahora. Ahora empujamos el peso de las mochilas vitales por una gran pendiente. Grandes y duras decisiones. Confiar o no en el entramado de la autoridad que se hace cargo.
Las sombras del bosque roban inocencias e infancia. Todos elegimos este tiempo. Las seguridades mataban la vida. La gran sacudida ha comenzado. Más allá de todo. Hemos despertado.
¿Había tiempo para el juego, el tacto, la calidez, los abrazos?
¿Llegar a casa y seguir con más trabajo?
Las pantallas, nuestras carreras velando la mirada, la risa, la vida vivida, explorada, compartida. ¿Era orgánico?
Aligera tu peso, libera la vida de hace 6 lunas,
y 200 años. Sáltate los deberes, conceptos, apegos, hábitos, los como tiene que ser, los y si, los y si no.
Aulas de tecnología vida natural están por llegar.
Cree en ti, en el amor que hay en cada decisión que tomas. Las luces del sol velan todos los procesos. Y si un árbol cae vuelve atrás. Sólo responde lo que inspire congruencia, verdad natural y honestidad.
Sólo pregúntate a quien entregas el poder de tu cuido, de tu familia y de tu entorno, de tu cuerpo y recursos
Quien gestiona la tierra, el agua, el aire las agendas, detrás de las pantallas, los planes, los plazos, las puertas.
La respuesta está en ti, en tu intuición, en tu instinto. Únete al sagrado masculino que te habita
A la chispa puesta al servicio de lo que has creado.
Usa tu fuego sagrado si hay que poner límites.
Explora estos nuevos territorios inciertos, extraños, confusos, velados. Preserva la vida e infancia, tu infancia, tu niño interno. Juega, salta, da abrazos imaginarios a tus amigos, muévete, inocente, espontáneo.
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