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ETIQUETAS DISTÓPICAS A NIÑAS REBELDES.


El ser humano está preparado evolutivamente para ir integrando lo previo y apoyando lo que vendrá, intentando superar determinadas pruebas, obstáculos, dramas, conflictos, problemas, retos … A través de los diversos programas de respuesta de su ADN podrá



adaptarse en su respuesta al ambiente para sobrevivir, nutrir, eliminar, crear, proteger, avanzar, valorar, relacionarse, crear territorio….

Por el hecho de ser hombre o mujer y determinadas condiciones en ciertas etapas de esos retos habrá ciertos matices biológicos a nivel de psique, cerebro y órgano en el modo de afrontarlos, pero para la capacidad de resiliencia y superación, para responder con ciertas actitudes, valores, dones no hay un ser igual en el mundo, cada uno lo hará desde su unicidad, más allá del sexo, cultura, raza, credo, entorno y momento histórico…aunque en determinados lugares del mundo será más fácil sobrevivir y estar protegido.


Actualmente estamos observando la polarización socio cultural que han ido ocasionando políticas extremas y totalitarias. Unas victimizan a la mujer y otras al hombre. Unas muy presentes en una parte del mundo y las otras en la otra. Si somos ecuánimes y discernimos no hay dos realidades antagónicas, sino una realidad polarizada por ambas visiones extremas, radicales y excluyentes.


Por una lado la primera de ellas con la que cada día se identifican menos mujeres de occidente que gracias a sus predecesoras y mujeres cabales actuales han alcanzado grandes logro. Pero sigue insistiendo el feminismo institucional radical y demagogo instalándose en un constructivista lenguaje (sororidades, miembras, portavozas, metoo … ) que crean masa informe en el victimismo, niegan la sombra y a quien difiera y destrozan las estructuras que facilitaron haber llegado hace más de un siglo a irnos desarrollando como iguales ante las oportunidades y la ley.

Por el otro lado ciertos grupos igual de radicales en el otro extremo, con peor prensa al estar esta controlada por la progresía radical por no ampliar la realidad social y negar ciertos factores de algunos avances y cambios de ciclo como humanidad. Políticamente no correctos por rebelarse contra el sesgo y ocultación mediática del otro extremismo radical que los señala y plantear ciertas verdades y peligros del abuso masivo del sistema actual sin tomar responsabilidad como individuos.


Tristemente aún hay muchas mujeres que son víctimas de violencia a manos de algunos hombres y el estado ha de seguir velando por un mayor apoyo y protección. Y también los hombres que no entran en ese porcentaje han experimentado las devastadoras consecuencias de un sistema y mecanismos que los desampara y arrebata su igualdad ante la ley.


Así hemos de seguir implementando un trato igualitario en cuanto a oportunidades y legislación e ir alcanzando una escala evolutiva que no niegue las fases previas ni venideras de todo proceso evolutivo. Avanzar sin etiquetas y divisiones allí donde todo ser vivo se merezca respeto personal y profesional, con independencia de su edad, sexo, orientación sexual, raza, credo, cultura, dedicación, ideología, profesión y lugar del planeta que habite. Habremos de estar muy lucidos ante cualquier tipo de clasificación, etiquetaje, discriminación y conductas machistas o hembristas, racistas, sexistas, generistas…


Este viernes en el cine volví a anonadarme, y la persona que me acompañaba sentía igual, con la ridiculez a la cual las feministas radicales están llegando extrapolando su causa y echando por empacho por tierra los logros de las grandes mujeres feministas que velaron a lo largo de la historia por la igualdad de derechos, deberes y las oportunidades ante la ley, la educación y la sociedad.


Las feministas de cuarta ola extienden sus tentáculos institucionales de genero a la prensa, tv, música, cine, publicidad, universidades, colegios, literatura, cuentos infantiles. Prima el beneficio económico , imponer un credo, un genero o aprovecharse del valor humano de personajes que han aportado su talento al mundo sin necesidad de vincular esos logros a ser hombre o mujer.


Manipulan la libertad de pensamiento al etiquetar la vida, obra, aportaciones a la comunidad y valores únicos de personajes históricos y culturales bajo su absurda y desfasada causa política de genero. Para ganar visibilidad e igualdad invisibilizan en desigualan a todo lo que atente u opine o se cuestione sus valores y creencias. Acaban de intentar descubrirnos con sus etiquetas, esta vez a una gran película y persona, que ser una mujer que no se somete al desorden social, cultural, educacional y político es adalid de su radical causa actual.


Que curioso que un enorme porcentaje de mujeres hayan dispuesto de ese discernimiento y libertad y nos rechine la paradoja de su etiqueta neo feminista (hastags, titulares, etiquetas, tweets, haters… ) precisamente por no haberse sometido a lo largo de la historia al desorden social, cultural, educacional y político que el momento actual está intentando implantar y uniformar institucionalmente en nuestra intimidad, vocaciones, talentos, creaciones, relaciones, profesión, valores y familias.

La última apropiación para su causa es la figura de Astrid Lindgren la creadora sueca de “Pipi Calzaslargas “y “Los hermanos Corazón de León” y las criticas cinematográficas a la gran película sobre su vida “Conociendo a Astrid”. Astrid la creadora sueca de Pipi se inventó una historia muy fantasiosa mientras uno de sus hijos convalecía de los pulmones y dos años después, Lindgren se fracturó una pierna y comenzó a dar forma a ese cuento domestico y publicó una gran obra traducida a más de 60 idiomas y su espíritu y autenticidad sin etiquetajes influyó a niños de todo el planeta por generaciones¡


Quieren fichar a su causa los valores universales y eternos de toda mujer (u hombre) como ella: intrépida, independiente, vitalista, genuina, talentosa, compasiva, libre, creativa y de grandes valores humanos.


Quizás, quizás, quizás:


Si Astrid Lindgren hubiera nacido ahora bajo su etiqueta femiradical quizás jamás se hubiera detenido algo de su ser en cierta etapa de desarrollo de su infancia y no habríamos disfrutado de las aventuras de Pipi Calzaslargas.


Si ella se hubiera acomodado en el rechazo social y familiar o hubiera negado el apoyo de hombres como sus colegas laborales jamás hubiera cuidado y contado cuentos a su hijo e inspirado su obra literaria infantil.


Quizás habría denunciado por acoso al hombre que ella misma sedujo y la conquistó.


Quizás hubiera sido explotación infantil ayudar en la granja familiar desde niña y aportar a su comunidad su talento en el periódico de su pueblo natal.


Quizás hubiera preferido ser víctima de las circunstancias y obstáculos en vez de la creadora de su propia historia.


Quizás hubiera evadido su responsabilidad y el valor de la vida tomando la píldora u hormonas de síntesis para «liberarse» de la carga ser mujer…o hubiera dado la pastilla masculina a su compañero…o hubiera tomado la pastilla del día después.


Quizás su hijo Lasse jamás hubiera nacido entre los 100.000 abortos anuales que actualmente se practican como masacre anticonceptiva…paradójicamente cuanta más medios, libertad sexual e informativa tenemos.


Quizás si hubiera vivido sujeta a las normas que no vibran en su ser jamás hubiera rechazado anillos y compromisos que la sentaban en el escaparate de un baile o la encadenaban en los planos de una cocina ampliada y amores egoístas.


Quizás no habría sido agradecida con las figuras masculinas que la dieron apoyo y estructura para brillar y realizarse como mujer, madre y como autora…su padre, su hermano, su amante y editor Reinhold padre de 7 hijos, y Sture su jefe del automovil club y futuro esposo…


Quizás hubiera perpetuado la frialdad y severidad de su madre en la crianza de sus hijos, o ni los habría traído al mundo, o no habría trabajado la sombra de su linaje y aceptado que tras esa madre distante también habitaba una historia, una niña herida que dio amor y crio a muchos hijos como mejor pudo.


Quizás hubiera rechazado el amor compasivo y nutricio de María la madre de acogida danesa que la animo a descubrir el maternazgo y que el amor que damos y recibimos mueve montañas.


Quizás no habría luchado contra su alcoholismo, la sombra, la herida y los que dirán, los juicios, los chismorreos, las etiquetas… esas que tanto necesitan las generistas feministas.


Quizás su rebeldía contra las leyes sexistas, las normas, lo políticamente correcto y el orden establecido, lo que se puede decir hacer y lo que no … jamás hubiera consentido que manipularan su libertad de acción y pensamiento sea cual fuera lo que se estuviera imponiendo en ese momento histórico.


Quizás dejen de publicar cuentos para niñas rebeldes porque venden y son politicamente correctos al sugestionar a los niños y niñas en lo que tiene que ser y aprovecharse de vidas extraordinarias para una causa desfasada.


Dejemos de poner etiquetas a la vida.

Y vivamos como seres humanos.


Dejen que los niños y niñas se conozcan naturalmente sin imponer modas ideológicas culturales. Vuelvan a poner a Pipi en las librerías y en la TV … y cantemos Pipa Calzarlasgas Pippilotta Viktualia Rullgardina soy….. Juguemos en el prado con Anika y Tommy , pequeño tío el caballito moteado y con su titi Sr. Nilson. Cocinemos crêpes en el suelo, caminemos hacia atrás (como en Alicia…otra rebelde a la que no tuvieron que etiquetar los cuentos como aptos para niñas rebeldes) , patinemos mientras limpiamos con cepillos en los pies y abramos el baúl de las monedas de oro … dejen en paz las etiquetas… durmamos con los pies sobre la almohada y la cabeza en el cielo.


Swaranita, 31 Marzo 2019.


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