La enfermedad es un aviso de la naturaleza de que algo no funciona bien. Puede aparecer cuando nos desconectamos de nuestro ritmo natural y perdemos el equilibrio cuerpo, mente, emociones. Hay casos como accidentes, intoxicaciones, traumatismos… en los que habría que ver otras cosas.
En realidad hemos de permitir que la naturaleza vuelva a su equilibrio y evolucionar el ser humano como especie al escuchar que nos quiere decir y hacer ver y sentir un síntoma concreto.
Es un gran valor en estos tiempos de manipulación del sistema corporativista, que por ignorancia o interés geoestratégico sigue dividiendo ciencia/materia del mundo de lo invisible. España esta a la cola de la UE en la integración de esta visión en sus escuelas, empresas y clínicas. En otros países mas cultos y ricos trabajan al unisono para favorecer el bienestar de la población.
Aquí hay mercenarios de las productoras de tv, la prensa, las farmacéuticas, la industria alimenticia que persiguen cual Torquemada cualquier indicio de transgresión y amenaza al bucle de intereses económicos que mantienen un sistema enfermo y devastado por el estrés.
Hay por el otro lado una horda de nuevos terapeutas que con un taller de coachíng o mindfulness o algo ancestral modernizado con un nombre en inglés y mucho marketing lo convierten en el becerro de oro… Ahora cualquiera con dos horas de vuelo y un cursito da un taller, o una charla sobre crecimiento o bienestar. Hay revistas no medicas que cuelgan los parabienes de un sinfín de nuevas terapias y técnicas sin validar la integridad de su origen y sus efectos sobre la salud , sin comprobar su veracidad y eficacia y la trayectoria de sus profesionales.
Procedo de familia de médicos de cuatro generaciones (se saltó la mía.. .aunque bien visto estoy honrando con gratitud su memoria). Crecí sintiendo a mis ancestros amando su vocación profesional, con 20 años leía Jano y The Lancet a las que estaba suscrito mi padre. Todavía recuerdo unos reportajes super chulos «En la cabecera de los protagonistas de la historia» y era fascinante ver la correlación entre sus modos de vivir y de morir. Me inspiran los médicos de antes, médicos integrativos. El de cabecera … recuerdas su figura, te miraba sin una pantalla delante, te preguntaba que has comido, miraba los ojos, la lengua, los pulsos… y sobre todo te decía te has enfadado reñido con alguien? Sabían quizás menos de una especialidad concreta pero dedicaban tiempo y atención y conocían al paciente, sabían que los conflictos inesperados, vividos en soledad, traumáticos pueden desequilibrar a la persona.
Gracias a que cada vez más médicos y terapeutas en vez de moverse por protocolos y estadísticas para atajar un diagnostico y el síntoma, se están formando eficazmente y en profundidad en técnicas complementarias avaladas para ir al origen o a la causa y solucionar y permitir que la naturaleza se restablezca,
Por favor seamos un poco inteligentes e integradores, no demonicemos a la ciencia y los médicos, necesitamos cierta tecnología, pruebas, intervenciones y sus estudios e investigaciones…
No eleven la ceja ignorantes ante campos de investigación de demostrada fiabilidad y eficacia como la neurociencia, la microbiotica, la psicobioneuroinmunología, etc.
No condenen señores de la tv y de la prensa y las web que persiguen a la homeopatía, acupuntura y otras tradiciones milenarias como la medicina china, el ayurveda más antiguas que la medicina occidental.
Son precursoras de las nuestras. Las necesitamos para ir al origen de la enfermedad. Al momento preciso en que todo cambió y se desestabilizo…y dejamos de escuchar el anhelo del alma.
Miremos que sucede dentro y mejoremos … en vez de atacar lo que amenace los intereses creados … No generemos más separatividad , unámonos por el bien de todos los seres…dejemos que la naturaleza se restablezca"
Swaranita, 18 Septiembre 2017.
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