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METIS.


¿Existimos a través de la mirada del otro?


¿Dependemos de una mirada demasiado grande o demasiado pequeña para atravesar una circunstancia?


¿Somos en base a la vista de lo que iguala y uniforma?


¿A lo que nos rebobina hasta el aula del colegio?


¿Al observador que teme convertir en estatua de sal al otro?


¿Solo vemos desde la mirada única y concreta?


¿O desde la de las 100 miradas?


Nos atrapamos en el observador.


Como Isis, salimos del mar de la inexistencia cada vez


que observamos y somos observaDos.


Podemos dar el poder a un exceso de referencia interna o dárselo al otro, al exterior… o bien soltar el control y despertar, en uno mismo y en el otro. Somos la metáfora de la mirada en la que enfocamos: la que ama, la que juzga, la que petrifica, la que vive en el pasado, la que se oculta, la que viaja al futuro, la que no está aquí, ni allí, la que viene sin nada, la mirada ciega, la del trampantojo, la que compara y mira a los lados, la lejana en la torre de marfil, la del ombligo, la chiquitita que mira desde abajo, la del gigante que no accede a otras realidades, la enfocada en un solo plano… solas no evolucionan…juntas se unen en progresión.


Hay una mirada pausada, lenta y profunda, enraizada en la verdad. Hay otra rápida y superficial, de datos e información , desarrollada en la certeza. Y más allá hay una mirada que va abriéndonos a los ojos del ser…que transforma e integra el mundo sutil y el tangible, así como sus ritmos de manifestación: la de Metis, la de los sabios consejos y práctica sabiduría. Ella une Acción y Conocimiento. Experiencia y Sabiduría. Teje esas destrezas a lo intelectual, a una base y suelo fértil, a una técnica o practica concreta, tiene un oficio, una especialidad, no vaga perdida entre brumas de irrealidad sino retirando los velos de la misma.


Quien va incorporando sus cualidades accede a resultados tangibles, eficaces y permanentes, con toda su alma. Metis observa desde la sabiduría y el acceso al Gran Conocimiento que ha ido integrando por vidas.


Así mismo confía en sus tripas e instinto, tanto como en la intuición del corazón y su verdad. Es receptiva y vulnerable. Abierta y firme. Humilde y rebelde. No es sumisa ni idolatra. Honra, respeta y admira desde su centro. No se engaña para preservar una imagen, no contempla la mirada del cíclope como una autoridad.


Es considerada la consejera de dioses y de hombres por su inteligencia y perspicacia. Analiza intelectualmente las situaciones anticipándose a lo que pudiese suceder con solo pensarlo, y así busca soluciones que puedan favorecer a todos.


La describen como “una diosa astuta y prudente, con la capacidad femenina de estudiar cuidadosamente, en la soledad, en busca de soluciones, sacando conclusiones y pudiendo prever el peligro”.


Es una experta en su campo, sea cual sea y va más del dominio técnico del mismo. Es innata su habilidad para comprender una situación más allá del mundo de la forma y las palabras…ella no se mueve por códigos sino por símbolos. Un código o una señal es un convenio mental cultural consciente. Un símbolo es arquetípico e inconsciente, está vivo, cambia a cada instante, es eterno y está presente desde el origen de los tiempos, es común en sus diferentes variaciones a todos los seres, culturas, épocas , y la vez existe como diferente y único en cada ser.


Metis abraza lo intelectual, datos e información y a la vez se funde en el mundo del conocimiento, de lo sutil, con destreza y sabiduría. Está enraizada, bien anclada a la tierra y conectada al cuerpo y las emociones, a los ciclos de la naturaleza, a las plantas , los animales y cristales, así como a sus representaciones en los astros del cielo.


¿Depende pues nuestra valía de la mirada del otro?


O podemos tomar el poder desde nuestra mirada interna integrando todas.


Nuestro brillo y poder residen allí en el corazón donde somos fieles a nuestra verdad y coherencia. Así a un más imperiosa la autenticidad en los vínculos terapéuticos, aunque toda relación activa el auto descubrimiento y es sanadora.


Se está preparado en una relación de ayuda para abrirse a la escucha a si mismo a sus partes incompletas y a las del otro? A integrar su oscuridad y lo inconcluso?


Se ha incorporado la destreza de una practica concreta, real, tangible y de escucha, presencia y enfoque para ser especifico y eficaz con quienes acuden a la relación de ayuda?

¿Ha despertado a la sabiduría y experiencia del alma?


¿Ha danzado con las musas e inspirado caminos?


¿Ha alcanzado el Gran Conocimiento?


¿Sigue humilde y en apertura a la sorpresa, desaprendiendo a cada instante?


¿Ha caído y se ha levantado y sabe regresar de los infiernos?


¿Posee la sensibilidad y mundo interior para llegar al alma del otro?


Podemos aprender y hacer muchos cursos, o ninguno… hay cosas que no se enseñan en las aulas actuales, son del alma, y esa sensibilidad es la que va a permitir el logos relacional que nace de cada vinculo.


Estamos en tiempos de manifestar con solidez y constancia rápido y sin debilitarse, datos y técnicas se ponen al servicio del gran conocimiento, que es Uno y abarca todas las ramas del saber.


Ganemos destrezas en la concreción.


Ampliemos los sentidos.


Unamos la información del dios y la diosa.


De lo tangible y lo sutil.


Del cielo y la tierra.


Del hemisferio izquierdo y derecho.


La espada y la copa.


En la cámara del corazón.


Encarnemos la sabiduría practica de la mirada de Metis.


Nuestro ADN está cambiando de carbono a cristal.


Toda la humanidad está despertando a sus dones multidimensionales.


Queramos o no, estamos activando nuestra conciencia crística.


Si queremos aprender, escuchemos, aprendamos a sentir.


Aprendamos a ver para sentir, mirar y escuchar el movimiento del alma.


Uniendo las miradas en el Uno que somos.


Swaranita, 19 Junio 2018.





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