¿Cuál es tu verdad?
¿Cuándo no queremos saber?
¿Cuánto si queremos saber?
Cuan se entremezclan y se confunden, y se niegan unos a otros…
Cuando bailamos entre nuestra verdad.
La tuya y la mía.
Libres. Sin pisarnos.
Jugando como niños y ancianos, inocentes y sabios.
Cuando me miras, sientes y escuchas.
Cuando no me juzgas, cuando no proyectas.
Cuando ves el sol, el ser, el yo soy
y permaneces ahí, junto a mi, como pleno observador.
Tu ego, mente, personalidad, carácter son enemigos de tu verdad. Todos sentimos y sabemos cuando hemos escuchado nuestro sonido, de verdad.
Es una epifanía, algo mágico, brillante, expansivo, gozoso, armonioso, juguetón, sereno…
De niños lo tenemos muy despierto, sentimos, queremos, pensamos y hacemos alineados con esa frescura autentica. De adultos vamos dejando de seguirla, vamos perdiendo matices, y color.
Tenemos un sonido, una vibración, un fractal de origen, como holograma del todo del que elegimos partir al viaje de la polaridad. Ese sonido primigenio fue siendo editado en la mesa de mezclas de nuestra vida…cubierto por cientos de capas y efectos: multidimensionales, universales colectivos, culturales, sociales, medios de comunicación, científicos, religiosos, económicos, históricos, lingüísticos, educativos, vivenciales, creencias, transgeneracionales, de concepción, perinatales…
Ahí están todas esas pistas y pistas cubriendo la expresión de tu sonido original, creando capas y capas de valores y creencias antagónicos de tu verdad…hasta que un día algo te lleva a descubrir quien eres…y emprendes un viaje de vida.
Con todos los fragmentos de la «realidad» de esos paradigmas externos, vamos aprendiendo a ir dejando de ser súbditos del control, la ignorancia y el miedo que nos desconectan del sonido original.
Vas dejando de alimentar un mundo tan polarizado, ya no entrar en buscar la discusión, o el reconocimiento. Cuando la guerra contigo mismo termina…se acaban con los dragones ahí afuera.
Entregamos nuestro poder y libertad a lo de afuera, dejando de cuestionar cualquier paradigma colectivo, a todo el ruido que impide la conexión con la voz interior y a desarrollar la habilidad de conectar con esa energía que nace de un instante, de una sensación, de una imagen, de una voz, de un vislumbre e intuición muy claras.
Vamos emprendiendo el viaje de regreso, desde la verdad universal, colectiva, consensuada de la manifestación en el plano de la materia.
Se sigue explorando lo que se ha ido construyendo a través del entorno, incluidas ciertas creencias desde las que se ha percibido y edificado tu realidad.
Vas aprendiendo a descorrer los velos de la realidad, de todas las creencias colectivas que ya no resuenan con tu vibración de origen.
Vas liberando programas, creencias limitantes y patrones, forjando tu propio sistema de valores y creencias…pero aun no has llegado al sonido original.
Sigues quitando capas y efectos, deseas vivir desde una verdad pura, genuina y autentica, te descubres, aceptas y amas. Te pillas en tu no verdad cada vez con mas facilidad, al instante… Te reconstruyes a cada latido, se va convirtiendo en un reto de vida el viaje de retorno a tu melodía primigenia.
Vas aprendiendo a entrar en contacto con tu mente superior.
La verdad entra de lleno en tu discernir, cada vez hay menos espacio para la sombra, la negación, la evitación, el ataque, el juicio, la proyección… y todos los mecanismos de la inconsciencia
Ir entrando en contacto con tu ser real es una experiencia de vida, un paso cada día. Es un re- conocimiento que nace de dentro.
Es una danza de confianza entre el corazón y la intuición.
Volver a encontrar esa joya de sonido es de valientes… es como ir deshaciéndose de muchos mp3, cd, vinilos, cintas de casete…
Has de soltar todo temor a descubrir tu verdad. Has de soltar el miedo a todo aquello que no quieres vivenciar.
Tu verdad, sabe tu verdad.
Es un clariconocimiento, sabes y sabes, es tu intuición más profunda, es algo electromagnético que eriza todo tu ser, y tililla y vibra y brilla por todas tus células, por todo tu ADN, incluido el multidimensional… Estás comenzando a re-conectar todos esos fractales, los cuales no podían hacerlo hasta que cambiases de la corriente colectiva a la tuya propia.
Ahora llega lo más arduo… una vez que tienes localizada tu verdad, llega el momento de hablar desde ella. Desde eso sabes si o si, que es tu verdad.
Es delicado, exige pericia, honestidad, congruencia y claridad. Has conseguido alinear sentir/hacer/pensar …y ahora toca sincronizarlo ahí afuera.
Hablar tu verdad no es ir de perfecto, de gurú iluminado, ni un pretexto para cuestionar a los demás. No hay negatividad, ni enfado, ni proyecciones, ni juicio, ni critica, ni castigo a lo que ve tu verdad de verdad ahí afuera.
Sólo un inmenso amor , humildad y respeto por la voz interna nos permite danzar con su son y con el del otro. Ese es el gran reto de estos tiempos.
Estar en tu sonido original, alineado en tu sendero más evolutivo, en tu resonancia original, vas creando magia entre otros fractales reunidos cada vez más unificados. Son semejantes y se han ido alejando por resonancia de aquello que no vibran similar.
Ese espejo holográfico es la mayor sanación por la que estamos atravesando. Se irá acentuando hasta finales de año… y los próximos. Hemos dejado ir muchas relaciones poco autenticas, es tiempo de ser cristalinos, ¡ya no se admiten falsificaciones!
Swaranita, 4 Noviembre 2018.
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