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¿QUÉ YOGA ELIJO?


Saber nos ayuda a reunir datos e información.


Sentir y conocernos ayuda a decidir.

Experienciarlo nos lleva a ser sabios.


Está demostrado por numerosas investigaciones que el biocampo electromagnético del corazón es el que decide y el cerebro ejecuta.


Conectarse con nuestro pálpito, intuición es algo pre cognitivo, antes de elegir ya hemos decidido nanosegundos desde el corazón.


Muchos me preguntan que tipo de yoga practico estos 30 años. Muchos llegan muy estresados como primer contacto, no leen la información detallada y lanzan una especie de encuesta (tipo, valor, lugar, hora, cantidad de gente…). Antes de ello es mejor contactar para una mini conversación con el facilitador concretándola en algún momento que sea posible charlar.


Hay mucha necesidad de controlar, de querer saber y reunir datos…en lugar de sentir y entrar en dinámica con esa tercera fuerza que se crea entre el alumno y el facilitador. La categoría de yoga ideal para ti no vendrá de reunir información para decidir por el tipo de escuela, el centro más barato, el mas cercano o el más de moda… La clase de yoga que fructificará será aquella cuyo facilitador te oriente, te rete a salir de tus patrones y zona de confort, de tus hábitos y tendencias.


¿Y que yoga enseñas? En realidad para mi solo hay un yoga (unidad). Las asanas (posturas) son las mismas, lo que varía es su ejecución, los tiempos, ritmos, intensidades en la dinámica de la practica, la interpretación de la filosofía yóguica…y lo más importante el facilitador.


El Yoga ha de integrar además de esas asanas (posturas físicas), pramayama (respiraciones concretas) y un practica de relajación y meditación para la interiorización y conexión con el yo interior.


Independientemente de los cientos de estilos de yoga más allá de los tipos de yoga clásico original (hatha, kundaluni, iyengar, asthanga) surgen cada día más estilos y escuelas para adaptarse a todas las necesidades del publico y modas mediáticas. Cada vez están más informados pero desinformados, cada vez más llenos de más condicionamientos y percepciones erróneas y sobre exigencias a cerca del yoga on line, de los yoguis de las redes y del marketing, no del yoga real, tradicional, el que va de adentro a afuera, de la autorrealización, no de la postura y cuerpo perfecto con la cabeza amueblada de citas de sabios que repiten como de cosecha propia.


Se ha comercializado en exceso en detrimento de la esencia del yoga real. Vivimos bajo la baja autoestima de ganar valor externo a costa de followers, bajo la prepotencia de etiquetar y segmentar los principios del yoga disgregándolos del todo, de la unidad que es el yoga por antonomasia. Según el yoga que se ofrece practicar adaptan partes del clásico cambiando los nombres. Llaman yin yoga a lo que en yoga clásico hacemos de trabajo con el tao de la polaridad, llaman nidra yoga a lo que en yoga clásico llamamos relajación profunda, etc


Para mí solo hay un yoga …No tiene sentido hablar de yoga (unión) y de tantos estilos como modas, marketing y monitores sponsores de marcas de moda o de hierbodetietica. Elegir un buen facilitador depende mucho de su coherencia e integridad: su practica diaria, experiencia previa como alumno, formación oficial y duración de la misma, años en el sector, especialización, estudios complementarios … También hay gente que ha practicado por días durante años y ese es el mejor título, practica y actualización para no ir cogiendo vicios en las posturas, para no ir repitiéndose como un mono, disco rayado.


Ahora dan títulos en un mes y muchos lejos de ser maestros del yoga real convierten una tecnología tan sagrada y milenaria en una narcisista exposición de fotografías de asanas impecables, compra de seguidores y mercadeo de marcas.


Muy importante el feeling que tengas con tu monitor, a veces un buen maestro puede despertar temas no sanados en ti. Si el tampoco está trabajado también podría proyectar asuntos pendientes por sanar.


Cuando busques accede por la web ventanilla de contacto y de ahí hablar o mejor aún conocer personalmente al facilitador. Hay seres maravillosos por todo el mundo sirviendo a la evolución de la conciencia de la tierra y de nuestro bienestar a través de esta practica.


Dicen que cuando el alumno está preparado aparece el maestro, siente si hay conexión con él, habla, obsérvate ante su voz, o mejor aun ante su presencia. Permite que te asesore personalmente, a tu caso particular. Invierte en una clase suelta para experimentar como te sientes. Según las preguntas que te vaya haciendo y sus impresiones irá viendo si por tu estilo de vida, condición física, estructura de la personalidad y como te encuentres eres más favorable para ese tipo de yoga u otro.

Si vas a una tienda de vinos te dejas asesorar por los expertos…con el tipo de yoga es igual. La base es la misma lo importante es la receptividad, ser bien guiado y que el monitor coordine que tipo de alumnos están en disposición de entregarse a esa practica o derivarlos a otro lugar. El novato va al revés, con prisas, para correr con algo tan importante como elegir bien. Parten erróneamente de creer que por pedir ver una lista de vinos, su precio, etiqueta, origen y añada ya saben cual es para ellos.


Swaranita, 11 Octubre 2018.





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